GARCÍA LORCA VISTO POR SALVADOR DALÍ
Federico García Lorca es, sin disputa, uno de los grandes genios poéticos del siglo XX. Su obra dramática y poética suele destacarse en el panorama cultural español anterior a la Guerra Civil, descollando sobre sus compañeros de la Generación del 27. Su trágica y luctuosa muerte tiene mucho que ver, no cabe duda, en la valoración que de la figura del poeta de Granada se hace.
Los motivos por los que fue fusilado no están todavía suficientemente claros. Las izquierdistas hicieron muy tempranamente un icono de García Lorca. Rafael Alberti estuvo a la cabeza de esa operación manipuladora por la cual se presentaba a García Lorca como un hombre de izquierdas asesinado por la caverna reaccionaria derechista. ¿Pero fue un crimen político? No lo fue. Y Salvador Dalí, amigo íntimo de Lorca, nos lo cuenta con implacable exactitud:
"Al estallar la revolución [Dalí se refiere al Alzamiento Nacional de 1936 y la guerra subsiguiente]
mi gran amigo, el poeta de la mala muerte Federico García Lorca, murió
ante un pelotón de ejecución en Granada, ocupada por los fascistas. Su
muerte fue explotada con fines de propaganda. Esto era innoble, pues
sabían tan bien como yo que Lorca era por esencia la persona más
apolítica del mundo. Lorca no murió como símbolo de una u otra ideología
política, murió como víctima propiciatoria de ese fenómeno total e
integral que era la confusión revolucionaria en que se desarrolló la guerra civil. Por lo demás, en la guerra civil la gente no se mataba siquiera por las ideas, sino por "razones personales", por razones de personalidad; y como yo, Lorca tenía personalidad de sobra y, con ella, mejor derecho que la mayoría de los españoles a ser fusilado por españoles."
Con lo de personalidad, ¿podría estar referiéndose el genial pintor catalán a lo que confesó al escritor francés de origen ruso Alain Bosquet en el curso de unas entrevistas?
"[Lorca] era pederasta, como es bien sabido, y estaba locamente enamorado de mí. Dos veces intentó darme por el culo. Para mí era muy embarazoso, pues yo no era pederasta y no tenía intención de acceder. Además, me hacía daño. De modo que no hubo lugar. Pero desde el punto de vista del prestigio me sentía muy halagado. Después de todo, en el fondo de mí mismo, me decía que él era un gran poeta y que le debía un poco del agujero del culo del Divino Dalí. Terminó haciéndose con una chica que me sustituyó en el sacrificio. Al no conseguir que yo pusiera mi culo a su disposición, me juró que el sacrificio obtenido de la chica se compensaba con el suyo propio: era la primera vez que se acostaba con una mujer".
Sin entrar en detalles, parece ser que la chica que Lorca empleó para sodomizarla era una joven con ínfulas de intelectual que pululaba por los ambientes bohemios de estos señoritos artistas.
Que yo sepa, no se han conservado poemas de Nerón: nunca sabremos si los poemas de Nerón eran geniales. Lo que sí está claro es que Calígula tenía parecidos gustos sexuales a los de Lorca y que -"por ser vos quien sois"- obligaba, forzaba y utilizaba a las personas para dar rienda a sus vicios sexuales, a sus aberraciones y a su crueldad. No poca crueldad hay cuando se utiliza a una chica como si fuese una vil herramienta de placer, despreciándola por ser un sucedáneo femenino que ha sustituido lo que el tirano sexual quería lograr verdaderamente: sodomizar sea a Dalí o se llame Policleto.
Las citas pueden verse en la biografía: "Dalí. Sueño y locura" de Pedro Javier Ruiz, página 175-176 y página 80.
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